Desde los inicios de quien escribe en el mundo de la artesanía y la venta online, el "problema" de cómo hacer los envíos de manera segura y además, bonita, es uno de los quebraderos de cabeza que más veces se presenta en el taller.
Piezas delicadas y relativamente frágiles que deben atravesar, en ocasiones, medio mundo hasta llegar sanas y salvas a tus manos. No es tarea fácil ni tema banal, en absoluto.
Cuando encontré las latitas de aluminio me parecieron maravillosas 😍. Originalmente se venden como recipientes para ungüentos, pomadas... Pero siempre he pensado que somos nosotros/as quienes definimos el uso que vamos a hacer de la mayoría de objetos que compramos, por lo que a partir de ese momento, se convirtieron en mis "cajitas de joyas".
Una pegatina con el logo de Plataica, un bonito saco brillante y multicolor y listo, tenía el packaging perfecto... ¿o quizás no?
Vale, uno tiende a ser bastante inconformista, siempre que hay algo que no me termina de cuadrar se mantiene en mi cabeza, rebotando de un lado a otro y mezclándose con los ecos de nuevas ideas. Realmente soy muy detallista en mi trabajo, ya lo sabes. Quisquilloso, diría más de uno/a 😜.
El resultado me gustaba, era bonito y la latita cumplía su cometido, las piezas llegan seguras y enteras a su destino. Pero la pegatina... mira el siguiente Tweet de mi cuenta personal:
A ver cómo lo digo:
— Iván Rodríguez (el de Plataica) ⭐🇮🇨 (@TwittBoy) May 21, 2024
Las marcas de conservas que echan cantidades brutales de pegamento en las etiquetas de sus productos embotados, dificultando así que uno los recicle cómodamente en casa, deberían ir al puñetero infierno.
Coñññes.
Y, vale, Plataica no es una marca de conservas, pero no quería ser "ese tipo de marcas".
Puede que te parezca una tontería, pero una de las cosas que más me gusta de las latitas es que, una vez cumplido su cometido (preservar la integridad de las joyas que envío), pasan a transformarse en contenedores de uno y mil objetos.
Así que elimino la pegatina. Perfecto, la latita queda limpia y pulcra, ahora es más tuya que mía. Ahora sí que puedes hacer con ella lo que quieras al 100%. Además, vamos a olvidarnos del saquito, ahora que el tema de la brillantina-microplásticos está en el punto de mira, me quito un "peso" de encima.
Pero entonces... ¿Qué pasa con la marca, con los papelitos, con todo lo demás? 😱
Pues bien, me puse manos a la obra y con un poco de paciencia, mucho ensayo y error, y grandes dosis de cabezonería, diseñé un nuevo embalaje que cumple con la mayoría de las funciones que busco en un buen packaging.
- 100% seguro y resistente. La latita de aluminio es infalible.
- 100% hecho en casa. Tanto la impresión como el corte de cada cartón lo realizo yo mismo en casa y bajo demanda.
- 100% sostenible. El cartón del nuevo embalaje y los papelitos del interior son materiales reciclados y reciclables. En esta casa no se desaprovecha nada. Y por supuesto, la lata de aluminio, que espero que tenga muchas vidas después de ésta 😜.
- 100% personalizable. Ah, claro, que aún no te lo he contado...
Como te decía, tanto la impresión como el corte del nuevo packaging lo hago yo mismo, así que se me ha ocurrido implementar una personalización, porque todos/as sabemos que las joyas, cuando se regalan, saben mejor ☺.
Si deseas que personalice tu pedido con el nombre de la persona a quien va dirigido, tan sólo tines que indicarlo en el "mensajito" que puedes dejarme al hacer el pago, o ponerte en contacto conmigo tras hacer tu pedido a través del formulario de contacto o mi email.
Y poco más puedo escribir. El resto lo tendrás que descubrir por ti mismo/a cuando recibas tu pedido (guiño-guiño, codazo-codazo).
A partir de ahora, todos los nuevos pedidos viajarán ya hasta su destino con el nuevo packaging. ¿Qué te parece?